Colombia es un país maravilloso e increíble, y lo es por muchas y diversas razones. Desde el punto de vista cerámico, destacaremos el hecho de que el material predominante para el revestimiento de paredes sea la arcilla cocida en todas sus modalidades: ladrillos huecos perforados horizontalmente, tabiques, bovedillas, bloques perforados verticalmente para muros de carga, así como ladrillos cara vista, adoquines y klinkers de alta calidad, tanto extruidos como prensados en seco. En cuanto a los principales materiales de construcción, los sistemas constructivos en Colombia son más parecidos a los de los países de Europa central y del sur, que a los de Norteamérica y/o Centroamérica, donde encontramos un número limitado de familias de productos de arcilla cocida.
Por otro lado, las zonas climáticas de Colombia van desde el clima árido al tropical, pasando por el clima alpino. Son todas ellas, zonas bastante pobladas y urbanizadas, con excepción del área de la selva.
La capital, Bogotá, se encuentra a una altura de 2.700 metros sobre el nivel del mar, mientras que Medellín, la segunda ciudad más grande del país, está a 1.700 m. Aunque muchas de las plantas cerámicas que la rodean se hallan incluso a una altura mayor. Sin embargo, difieren de sus homólogas europeas en el tamaño, ya que la mayoría de ellas producen por debajo de las 200 toneladas/día, salvo algunas excepciones. Otra peculiaridad es que las plantas son multi-producto. Es decir, producen 4 o 5 «familias» de producto totalmente diferentes en la misma línea de fabricación, lo cual tiene mérito y comporta obvias dificultades.
La mayoría de las fábricas de ladrillos, especialmente si utilizan maquinaria importada, están equipadas con máquinas Verdés para la preparación de arcilla. Ya que esta empresa fue el principal proveedor de tecnología cerámica en Colombia desde principios de los años sesenta, cuando el proceso de cambio de moldeado manual a mecanizado empezó a tomar forma. En aquellos días el sistema de secado convencional después de la extrusión era natural y los hornos eran «pampas» (una variedad de horno escocés), «morunos» (en forma de botella) o «colmenas», de llama invertida.
En las décadas siguientes, la marca Verdés ha continuado siendo el socio preferido para los ceramistas colombianos durante el lento proceso de modernización llevado a cabo por pequeñas y medianas empresas familiares. Hoy en día las principales plantas cerámicas utilizan secadores artificiales y hornos de túnel (diseñados localmente o con tecnología y equipos importados) o bien hornos Hoffmann modernizados, cargados con carretillas elevadoras. En las principales zonas de producción de la mayor parte del país se utilizan carbones de buena calidad. En contadas cerámicas también el gas.
Dado que el proceso de concentración o la inversión de ceramistas extranjeros ni siquiera ha comenzado, cada empresa posee sólo 1, 2 o 3 plantas, con la excepción de Santafe. Con un escenario económico positivo en los últimos años, las plantas más pequeñas también están actualizando sus procesos térmicos e introduciendo cierto grado de manejo automático.
En este contexto, un nuevo jugador ha aparecido en el sector cerca de Medellín. En los alrededores de esa ciudad está la segunda mayor concentración de plantas y de producción de ladrillos. Terras de San Marino está levantando desde cero una nueva fábrica de ladrillos. A pesar de una tenaz competencia de otras empresas europeas, a principios de primavera el diseño de línea de Verdés fue el preferido y se consiguió el encargo para la línea completa de preparación y extrusión de arcilla, entrando en vigor el contrato en mayo.
Durante la fase de definición del proyecto, se diseñó la línea de preparación y extrusión de arcilla con una línea de molienda por vía seca, por la cual Verdés es mundialmente reconocida (así como lo es también por sus sistemas de molienda por vía semi-húmeda). En este caso fue debido a las exigentes especificaciones técnicas y al acabado superficial fino, requerido en algunos de los productos, además del abundante número de materias primas y aditivos a utilizar, con máxima flexibilidad. Algo que también se tomó en consideración durante las discusiones técnicas con Terras.
La línea de preparación de arcilla está dimensionada para procesar 140.000 toneladas/año. Adaptando el proceso a la mentalidad industrial local, la planta está diseñada para producir ladrillos klinker y cara vista, así como bloques horizontales y verticales perforados, tabiques de gran tamaño y otros. Teniendo en cuenta el rango de 2 a 18 kg por pieza, es todo un desafío lograr una automatización completa. Esto, junto con el tamaño de la planta, creará cierto revuelo en la región.
Al ser Terras una empresa dinámica, la preparación del lugar, así como los movimientos de tierra y los caminos de acceso, ya están terminados. Por otro lado, la construcción de los edificios industriales también está progresando rápidamente. La entrega de las máquinas se llevará a cabo en los próximos meses.